Oh, Sagrado Corazón de Jesús,
que por amor te dejaste traspasar,
derramando sangre y agua.
Te pedimos nos liberes,
nos purifiques y nos concedas
la gracia de que nuestros
corazones sean transformados
de corazones de piedra
a corazones de carne.
Que al contemplar el amor
y el sacrificio de tu Corazón,
seamos movidos a pasar
del egoísmo al amor; del orgullo,
a la humildad; de la rebeldía,
a la mansedumbre.
Oh, Inmaculado
Corazón de María,
que por tu perfecta comunión
de amor con el Corazón de tu Hijo
recibiste espiritualmente la misma
espada que le traspasó su Corazón,
te pedimos nos enseñes a alcanzar
esa misma comunión de amor.
Que nuestros corazones,
a imitación del tuyo, Madre,
sean dóciles a la acción
del Espíritu Santo, para que así
sean instrumentos de paz, luz, vida,
verdad y amor.
Oh, Corazones de Jesús y de María,
cuyo triunfo y reinado espiritual
esperamos y anhelamos, pedimos
nos concedan la gracia de: …
Manifiesten su Reinado en nuestros
corazones a través de una vida
de santidad y virtud, para que así
podamos en estos tiempos
cumplir la misión de ser apóstoles
de sus dos Corazones.
¡Amén!
Madre Adela Galindo (fundadora
de las Siervas de los Corazones
Traspasados de Jesús y María)
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