
“Sagrado Corazón de Jesús, enséñame a olvidarme enteramente de mí, ya que este es el único camino para entrar en Ti” (San Claudio de la Colombière)
El Viernes Santo Jesús llevó a la cruz todo lo que su amante Corazón había cargado sobre sí en el Huerto de los Olivos. Tu pecado y el mío. Abrazó nuestra vida, llena de pobreza y bienaventuranza, con todo su Amor. Un Amor desnudo, un Amor doliente, pero un Amor que no podía dejar de amarnos. Y ese Corazón lo abrió de par en par en la cruz, para que tú y yo pudiéramos perdernos en el mar infinito de su Misericordia, nuestro único refugio, nuestro verdadero hogar.
Señor, quiero unirme a la oración de San Claudio de la Colombière. Enséñame a olvidarme enteramente de mí, totalmente, porque anhelo con todo mi ser entrar en lo más profundo de tu Corazón y perderme en Ti.
JESÚS, MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ MI CORAZÓN SEMEJANTE AL TUYO.